Existen varias razones por las que cae un árbol y hay una
que coincide en todas las circunstancias, son árboles que están debilitados.
Los árboles que no están en el bosque pero tienen espacio
suficiente para crecer bien, están dotados de una buena salud, su sistema
radicular es eficiente ofreciéndoles una enorme estabilidad, absorbiendo y
acopiando las reservas de energía necesarias que les da la tierra y por lo
tanto su estructura es fuerte y atesorando una copa bien formada.
En el momento que alteramos su hábitat natural por motivos
como, la construcción de zonas urbanizadas, talas, obras con zanjas, pozos o enormes
agujeros hechos por el hombre, esto conlleva que los árboles que quedan en pie sean
más débiles que en grupo. Atendiendo a esta debilidad, llega un punto en que
una determinada intensidad del viento provoca
su caída.
Esto sería un ejemplo para zonas donde ya existían árboles y
ahora han talado unos cuantos para construir viviendas habitadas todo el año, parques, grandes
avenidas etc.
Es importante tener en cuenta que existen otros motivos para
la caída de árboles, como: las pudriciones, la eliminación de su sistema
radicular, las codominancias, y la incompatibilidad del césped con los árboles,
iremos hablando de todo esto en otro post.